Preguntas frecuentes

Preguntas frecuentes

  • La Logopedia es la disciplina encargada de prevenir, evaluar, diagnosticar y tratar los trastornos de la comunicación humana. Es decir, los trastornos del lenguaje, del habla, de la voz, de la deglución y de la audición.
  • Hay muchos síntomas que nos indican la necesidad de acudir a un logopeda, entre ellos:
    • “no le entendemos cuando habla…”
    • “se come sonidos…”
    • “tiene 3 años y sólo dice palabras sueltas…”
    • “no pronuncia bien algún sonido… /r/, /s/”
    • “no se entera de lo que lee…”
    • “siempre que hablo mucho me quedo sin voz…”
  • Ante cualquier duda, siempre es aconsejable acudir a un especialista colegiado, ya que un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado pueden evitar posibles complicaciones futuras.
  • Tras el proceso de exploración y diagnóstico, se diseña un programa de intervención personalizado y adaptado a cada paciente.
  • En HABLARTE, los tratamientos se realizan de forma individual, de manera que el Logopeda pueda dedicar cada minuto de la sesión al trabajo exclusivo con el paciente.
  • Durante este proceso, es fundamental la colaboración de las familias y el resto de personas implicadas en el tratamiento (especialistas, profesores…) que serán informadas de los objetivos a conseguir a corto plazo y la forma adecuada de estimulación para conseguirlos.
  • Se realizarán controles periódicos para valorar la evolución del paciente.
  • La duración del tratamiento depende de varios factores: de la patología a tratar, de la edad del paciente, del grado de implicación, de la continuidad, de la frecuencia de las sesiones de trabajo, de la colaboración familiar…
  • Por supuesto. Toda persona puede recibir tratamiento logopédico a cualquier edad. Pero hay que tener en cuenta, que siempre es recomendable acudir cuanto antes al especialista.
  • Todos los tratamientos logopédicos son personalizados y adaptados a cada paciente, por lo que pueden aplicarse a niños, adolescentes, adultos y personas de la tercera edad.
  • Si nuestro hijo está en tratamiento logopédico, es muy importante seguir las pautas de actuación que nos vaya facilitando el logopeda, ya que cualquier tratamiento exige la colaboración de la familia para que la evolución sea más rápida y eficaz
  • En casa hay que procurar aprovechar los momentos cotidianos del día para estimular el desarrollo del lenguaje (la comida, el momento del baño, el juego…), para ello es muy importante asegurarnos de que el niño nos mira y escucha cuando nos dirigimos a él.
  • El lenguaje dirigido al niño debe ser el adecuado a su nivel de comprensión. El adulto debe adaptar su lenguaje de la siguiente manera:
    • Utilizando frases cortas, claras y sencillas.
    • Evitando las construcciones demasiado complicadas.
    • Evitando las construcciones incompletas del tipo: “Pásame el éste” o “Coge la cosa esa”.
    • No utilizar un habla infantilizada (“guau-guau” por perro o “chi-chi” por carne…)
  • Para que el tratamiento logopédico sea más eficaz, en ocasiones es recomendable compatibilizarlo con el trabajo conjunto de otros profesionales relacionados.
  • Entre ellos, podemos destacar:
    • psicólogos
    • pedagogos
    • psiquiatras
    • otorrinos
    • foniatras
    • ortodoncistas
  • Si, así es. Hay que dar mucha importancia a los trastornos de la comunicación, ya sean del lenguaje, del habla o de la voz, ya que son aspectos fundamentales tanto para el aprendizaje escolar , como para el desarrollo integral de la persona.
  • La logopedia no debe relacionarse solo con los trastornos graves, sino que hay muchos problemas de carácter menos grave que, de no ser diagnosticados y tratados a tiempo, pueden repercutir negativamente en el rendimiento escolar, el trabajo o las actividades sociales de la persona.
  • Si, en efecto. Cuando un paciente ha sido diagnosticado de nódulos o de cualquier otra patología de las cuerdas vocales, es necesario acudir a un logopeda para desarrollar un programa de reeducación vocal.
  • Hay que tener en cuenta, que la mayoría de las patologías vocales son debidas al abuso o a un mal uso de la voz.